Mi proyecto se basa en las sensaciones de las personas en la ciudad. Para ello se ha tenido que estudiar los sentidos más significativos de las personas, como lo son: el tacto y la vista. En el caso del tacto, se estudia la formación de la huella dactilar, así como la huella imborrable e identificadora. En cuanto a la vista, se ha estudiado el crecimiento de la pupila en función de la luz, la formación y dirección del iris hacia la pupila.
Toda la información que se percibe por los sentidos, es captada por el cerebro, el cual, lo asimila y recuerda. Por esto, hablamos también de la memoria. Hay varias etapas:
• Memoria sensorial: Dura 0.5 seg.
• Memoria a corto plazo: Dura días.
• Memoria a largo plazo: Dura años.
Por consiguiente también hay que hablar sobre el olvido, porque si hay cosas que no se almacenan en la memoria se borran. En el caso de un estudiante, si intenta memorizar conceptos sin una organización previa, es seguro que lo olvide.
Otra de las cosas a estudiar es la rutina. Es una costumbre arraigada o un hábito adquirido por mera práctica que permite hacer las cosas sin razonarlas. Significa que una rutina es un automatismo que podemos hacer mientras estamos pensando en otra cosa. Por lo tanto, la rutina de alguna manera nos impide ser conscientes del momento presente. Esta reflexión sobre la rutina nos enseña que no es necesario pretender desterrarla totalmente de nuestras vidas, sino que como todo, requiere que seamos selectivos y utilicemos los automatismos para lo estrictamente necesario tratando de prestar atención, para no vivir todas nuestras experiencias funcionando con el piloto automático.
También se ha de tener en cuenta, la manera en la que se distribuyen las personas. En espacios vacíos, se sitúan en los extremos, salvándose las espaldas. En el caso de ser un espacio con elementos, se tiende a situarse en los extremos y si hay algo en medio, pasar por el lado izquierdo. Dentro de las distribuciones de las personas con los elementos, también se habla de las distribuciones entre personas. Existe un espacio vital, el cual, hay un mínimo y conforme se conozca menos a la otra persona se alejará más. Esto es:
• Espacio mínimo: 45 cm.
• Distancia personal: 45-120 cm.
• Espacio social: 120-365 cm.
• Distancia pública: +365 cm.
La aglomeración de gente provoca en el individuo demasiadas estimulaciones del exterior y la mente no asimila correctamente. Esto fomenta la invasión del espacio vital ajeno.
Una vez analizado todo esto, en el primer A1, trato de relacionar los conceptos que he hablado anteriormente con la forma en la ciudad. En el segundo A1 teniendo en cuenta el primero, trato de crear una prótesis que dependiendo del tamaño de los espacios, se necesitará unas más grandes que otras y con el color según el tamaño que tendría la pupila por la luz. Por tanto, esta prótesis ayuda al individuo a sentirse bien en todos los espacios, aunque en cada uno de ellos, se necesite una distinta. Esto producirá cambios en la ciudad como son los cambios de las cosas monótonas o agresivas, por algo más agradable y azul.
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